Disgrafía 

La disgrafía es un trastorno del aprendizaje que dificulta la escritura legible y coherente. Según Reid (2009), afecta la habilidad para escribir, presentando problemas en la formación de letras y en la organización de las ideas. Miller (2011) señala que se trata de dificultades significativas en la escritura, con errores y falta de fluidez, sin que estén relacionadas con la inteligencia del individuo. El DSM-5 (2013) describe la disgrafía como un trastorno caracterizado por problemas para escribir de manera clara, afectando la motricidad fina y el rendimiento académico. En resumen, la disgrafía se manifiesta a través de dificultades motrices y cognitivas, que impactan la calidad de la escritura.

Características 

La persona no tiene problemas de retraso intelectual ni dificultades emocionales, escolares o familiares que expliquen sus problemas de aprendizaje. Su escritura es inconsistente y tiene problemas de presión al escribir. Adopta malas posturas al sentarse y varía el tamaño de letras dentro de un mismo párrafo. Sus movimientos al escribir son lentos y rígidos, y también tiene dificultades para organizar letras y comete muchos errores ortográficos y gramaticales. Además, le cuesta expresar sus pensamientos al redactar, copiar o dictar. 


Errores comunes 

Las inversiones, confusiones, omisiones, agregados, contaminaciones, distorsiones y disociaciones son tipos de errores comunes que pueden presentarse en trastornos del aprendizaje, como la dislexia y la disgrafía, entre otros. Estas características afectan la capacidad de procesar, organizar y expresar la información correctamente.  


Detección

El uso de un modelo multidisciplinar de evaluación en el diagnóstico de la dislexia permite abordar la dificultad desde diversas perspectivas. Este enfoque integral identifica factores internos relacionados con el procesamiento cognitivo del lenguaje y el impacto de factores externos.  


Evaluación:

Las pruebas para la disgrafía evalúan habilidades de escritura, incluyendo motricidad fina y expresión escrita en niños. Estas pruebas son importantes en una evaluación completa. Si un niño tiene problemas para escribir, podría tener disgrafía, un trastorno del aprendizaje.
La evaluación ayuda a identificar las razones detrás de las dificultades y debe considerar otros problemas como el lenguaje y funciones ejecutivas. Se miden aspectos como gramática, ortografía, puntuación, narrativas y organización de ideas.
Las pruebas como la TOWL-4 revisan la capacidad de escribir oraciones correctas, mientras otras evalúan la calidad de las narrativas y convenciones gramaticales. Tras la evaluación, se crea un informe con los resultados. Si se confirma la disgrafía, es importante buscar adaptaciones para ayudar al niño.

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